Este estudio va enfocado a jugadores de categoría Alevín e Infantil y tiene como objetivo detectar posibles anomalías cardíacas.
Se trata de un estudio contrastado en el que participan un grupo de investigación multidisciplinar formado por cardiólogos, fisiólogos, enfermeros, etc; auspiciado por varias universidades de Lleida, Zaragoza y por la Real Federación Española de Fútbol.
Una vez al año se le harán dos extracciones de sangre al jugador. Al llegar a entrenar la primera y tras el entrenamiento, pasadas 3 horas de reposo, la segunda extracción. Este protocolo se llevará acabo durante 3 años y las familias recibirán un informe anual.